jueves, 12 de agosto de 2010

El engaño


«Decirte la verdad de poco serviría, pero si miento pronto lo sabrías» le confesó abiertamente. A continuación, adoptando un aire de divertida intriga, le propuso: «Bueno, mejor te diré lo que serviría para que no sepas si es verdad. Será una sola palabra». A ella no pareció agradarle el juego. Durante unos instantes permaneció en guardia, apremiándole con la mirada. Un poco incómodo, decidió zanjar el devaneo y acercándose a su oído secamente le pidió: «Olvídalo». Y se mantuvo callado el resto del día.

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