sábado, 2 de octubre de 2010

Rostro anónimo


Quang Ngai, Vietnam, 1967
Philip Jones Griffiths

Hay imágenes que vimos una vez y que nos persiguen de por vida. He reconocido de inmediato en una galería la que aquí muestro y se me revela hoy mucho más cruda que cuando la ví por vez primera. En ella resuena algo del fragor de luchas y protestas que, junto con las lejanas guerras que las alentaban, parecen hoy olvidadas. Pero, ¿cómo olvidar cuando uno ve de nuevo esa cabeza vendada y anónima surgiendo de la penumbra del pasado, en la que el curso tembloroso de la mano quiere encontrar el rostro perdido y a la que se le asigna uno nuevo colgándole una etiqueta como a un paquete en consigna? Y, sin embargo, cualquiera podría hacernos notar que la foto oculta el verdadero rostro de la guerra, ese rostro terrible que para nosotros fue siempre desconocido.

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