martes, 1 de junio de 2010

Casabien


Carnet del Club de Tenis de Frank Lloyd Wright

El desliz es una forma bastante común de presentarse en sociedad. Lo más propio, y también lo más rentable, es cometerlo ante un círculo restringido, gobernado por reglas implícitas, destinadas a dar continuidad al estilo de vida de sus miembros regalándoles un plus de exclusividad. En ese régimen de serena gravedad la simple irrupción del ingenuo y sus extraños modos son normalmente recibidos con sorpresa y juzgados como inconvenientes. Si a ello le sigue además un traspiés, se crea un tenso ambiente de espera, que pone a todos al acecho ante la inminente transgresión de su reservado e implícito código social. A partir de ahí todo depende del temple con que el intruso adorne su faena. Si abrumado por tanto celo y vigilancia, hace de su error un pecado público y comienza a recular hacia la salida, él mismo se condena. Pero si al desliz primero añade un segundo e ingenioso disparate, ajeno a toda educación y norma, entonces será recibido con honores y al punto bautizado como nuevo cofrade.

No hay comentarios: