jueves, 30 de diciembre de 2010

Conjunción feliz


La ciencia tiene aspectos sugerentes que no siempre quedan suficientemente realzados. A veces se da una feliz conjunción entre los conceptos y su expresión. Sucedió en el siglo XVII cuando se empezó a dar expresión gráfica de la relación funcional entre magnitudes mediante curvas. Más recientemente algunos programas de dibujo han permitido ofrecer de manera instantánea la representación gráfica de curvas y superficies basadas en esas relaciones, prácticamente sin restricciones. A las formas resultantes no se les puede negar en muchos casos la condición de artísticas. De hecho algunas han servido de inspiración  a arquitectos y artistas plásticos en sus obras.
Superficie de Riemann
generada con Mathematica 6.0
Formulado de manera más prosaica el problema general no es otro que la visualización de datos y leyes. La adopción de ciertos convenios ha permitido homogeneizar las vistas y reflejar con cierta claridad gráfica las concordancias y discordancias conceptuales. Algo de esto se ha conseguido en las tablas, diagramas e histogramas que traducen y difunden la magnitud y complejidad de los problemas económicos, sociológicos o biométricos. Sin embargo, algunos de los problemas planteados recientemente en la biología, concretamente en la genética, requerían un enfoque visual distinto. No se trataba de expresar relaciones de magnitudes a través de la continuidad lineal, sino de relacionar elementos discretos, englobados en una o varias unidades genéticas. Las soluciones gráficas actuales, inspiradas en las viejas cartas astrales, vienen con su copyright y empaquetadas en programas informáticos, como el denominado CIRCOS.

La gráfica que abajo se muestra tiene un efecto seductor para el lector, incluso para el lego en genética. La elección del círculo permite reunir y concretar la complejidad de las relaciones en un área prefijada, dejando abiertas múltiples claves de variación (colores, curvas, referencias exteriores, etc). El caso presentado es el de la relación entre los genomas de dos especies, el hombre y el perro, abarcando todos los cromosomas humanos y restringiéndonos a uno solo en los caninos. En el semicírculo superior, y rodeado de un arco azul, se reflejan con distintos colores y tamaños, los 23 pares de cromosomas humanos. Se muestran ordenados, de forma que el primero es el de más la derecha y el cromosoma X el situado a la izquierda en el extremo contrario. En el semicírculo inferior, rodeado de un arco naranja, se presenta la expresión genómica del segundo cromosoma del perro, ordenada de izquierda a derecha y con una gradación alusiva a sus segmentos impresa. La figura establece la relación de homología entre cada uno de los cromosomas humanos y los distintos segmentos de este cromosoma canino mediante, curvas que parten, cuando tal relación existe, de puntos del semicírculo superior tomando el color del cromosoma de partida para acabar en aquella zona del semicírculo inferior donde se encuentra un segmento homólogo. El resultado presenta este aspecto.
Comparación del genoma humano
y del segundo cromosoma del perro
Para mayor información sobre el software CIRCOS y su aplicación al problema del genoma consultar aquí


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